Valverde, Pogacar, Van Vleuten y Vollering, camino a la Strade Bianche

Tiesj Benoot, ganador de la Strade Bianche en 2018.
Tiesj Benoot, en la edición 2018 de la Strade Bianche, de la que salió vencedor.

La última semana ciclista del mes de febrero ha tenido un poco de todo. Alejandro Valverde, totalmente incombustible a sus 41 años, se llevó el domingo 27 la primera edición de O Gran Camiño, la renovada Vuelta a Galicia. Mientras, en la península arábiga, el joven pero ya invencible Tadej Pogacar se impuso en el UAE Tour.

En el terreno de las clásicas, Wout Van Aert se llevó la Omloop Het Nieuwsblad, haciendo buenos los pronósticos que también cumplió Annemiek Van Vleuten. La holandesa del Movistar Team dio toda una exhibición en la prueba femenina, y se impuso a Demi Vollering en un sprint cerrado. Todos ellos (o casi) son ahora favoritos para la gran prueba de la primera semana de marzo: la Strade Bianche.

Ciclismo antiguo en la Toscana

Carreteras de tierra, o de sterrato, como le llaman por aquellas tierras de la Toscana italiana. Ataques lejanos, épica, un tipo de carrera en el que poder de los equipos queda eclipsado por la pura fuerza individual, por los ataques suicidas. Todo ello es la Strade Bianche, una de las clásicas más esperadas del comienzo de esta temporada, a la que varias estrellas se han apuntado ya como favoritos: Tadej Pogacar, Alejandro Valverde, Annemiek Van Vleuten y Demi Vollering.

Todos ellos han sido los nombres propios de un fin de semana previo, el del 27 de febrero, en el que otro nombre destacó junto a ellos: el de Wout Van Aert. Sin embargo, el tractor belga se reservará y no estará en la línea de salida de la Strade Bianche. Su próximo objetivo es otro: la París-Niza.

Van Aert domina la Omloop Het Nieuwsblad

Sin embargo, de estar disponible, Wout sería uno de los favoritos para llevarse la Strade Bianche. Un poco por todo. Por su indiscutible nivel como uno de los mejores clasicómanos del pelotón, si no el mejor. Por su experiencia en carreteras de tierra por ser, también, uno de los mejores en el campo del ciclocross. Y por su nivel actual, que quedó demostrado el sábado 26 de febrero en la Omloop Het Nieuwsblad.

El belga dominó la semiclásica estrella del opening weekend a su antojo. Primero puso una marcha más en una de las cotas más míticas del ciclismo flamenco, el Kapelmuur. Lideró a un grupo cabecero en el que también llegaban Sonny Colbrelli, Victor Campenaerts, u Oliver Naesen. Tiró y tiró. Y al final rompió con el grupo.

Porque en la colina del Bosberg, el ataque de Van Aert fue demasiado. Se escapó. Y, consumado contrarrelojista como es, el del Jumbo-Visma alcanzó en solitario la meta de Ninove. Primera victoria del año para él que, sin embargo, no se podrá repetir en la Strade Bianche.

Espectáculo en la prueba femenina

La que si podrá intentar llevarse la prueba de la Toscana es la neerlandesa del Movistar Team, Annemiek Van Vleuten. De hecho, tras su exhibición en la Omloop femenina, es fácil decir que Van Vleuten es clara favorita para llevársela.

Su victoria en Ninove nada tuvo que envidiarle a la de Wout Van Aert, quizás hasta fue más espectacular. Van Vleuten realizó su primer ataque en el mismo punto que el belga, en el clásico Kapelmuur. Enlazó con el grupo cabecero. Y luego, también, acabó por romper la carrera en el Bosberg. Solo que con un pequeño gran problema: a su rueda iba soldada la fenomenal Demi Vollering.

En los últimos 17 kilómetros, Van Vleuten se lanzó a una contrarreloj suicida con Vollering a rueda. Esta otra, holandesa, ganadora y más rápida, parecía que estaba siendo llevada a la victoria en volandas, e hizo caso omiso de cuando la del Movistar Team le gritó para darle un relevo. Parecía tener todo a su favor, pero no. Con un sprint larguísimo y agónico, Van Vleuten se llevó la Omloop.

El abuelo y el niño siguen triunfando

Ahora, Van Vleuten y Vollering son dos de los grandes nombres de la Strade Bianche Donne, que también tendrá su lustro en la prueba masculina. De hecho, ahí estarán el ying y el yang del ciclismo mundial, Alejandro Valverde y Tadej Pogacar, que aunque se llevan casi 20 años, comparten una misma manía: ganar.

Valverde se llevó el pasado domingo 27 de febrero O Gran Camiño, la renovada Vuelta a Galicia. Lo hizo tras imponerse en una etapa de montaña en Ourense y desbancar a Michael Woods del liderato en la contrarreloj del domingo por Sarria. Todo ello, ojo, con 41 años. Por su parte, Tadej Pogacar se impuso en el que ya es su coto privado: el UAE Tour. Una prueba celebrada en territorio de su equipo y donde el esloveno se ha llevado un botín nada desdeñable: dos etapas (las dos que finalizaban en alto) más la general. Casi nada.

Ahora, ambos son parte del gran cartel de la Strade Bianche, en el que también aparecen otras figuras como Julian Alaphillippe, Matej Mohoric, o Kasper Asgreen.

Las ausencias

Sin embargo, faltan los que faltan. El campeón del año pasado, Mathieu van der Poel, que sigue convaleciente de una lesión en la espalda y del que todavía no se tienen noticias sobre cuándo reaparecerá. Y, también, su enemigo más íntimo: el ya mencionado Wout Van Aert.

Como consuelo, nos queda saber que pronto tendremos al belga en el monumento inicial del año: la Milán-San Remo. Una carrera en la que, según Betfair, Van Aert es el máximo favorito junto al sprinter australiano Caleb Ewan . Hasta entonces, solo queda disfrutar.